La familia juega un papel
protagonista en el desarrollo de las personas, no sólo porque garantiza la
supervivencia física, sino también porque es dentro de ella donde se realizan
los aprendizajes básicos que serán necesarios para el desenvolvimiento autónomo
dentro de la sociedad. La escuela ha de continuar la labor realizada por la
familia, y de nada sería fructífera esta labor si no se estableciesen
relaciones fluidas con la familia. Se han de fomentar las relaciones
familia-escuela determinando diferentes vías o cauces de participación que
comiencen en la educación infantil y continúen en la educación primaria.
Desde que el niño y la niña entran en la escuela en la
educación infantil, se les solicita a sus padres su colaboración en
determinadas actividades.
Esta colaboración cuando se termina la educación
infantil desaparece casi en la mayoría de los casos.
Si la participación de los padres se consolida bien en
la primera etapa de la educación, no tiene que desaparecer una vez los niños y
niñas pasan a primaria.
Padres y madres tienen responsabilidades compartidas
en la ecuación de los hijos/as, por lo que es imprescindible que haya un
contacto entre ambos.
Hay
una serie de razones por la que es importante dicha colaboración:
- Especificidad de los aprendizajes antes de los seis años: el aprendizaje de los más pequeños está completamente vinculado con las experiencias y vivencias de la vida cotidiana. Por este motivo, todo lo que hacen fuera del contexto escolar tiene tanta importancia educativa como lo que hacen en su interior. Los maestros y maestras son conscientes de este hecho y, tratan de que su trabajo educativo tenga continuidad, para lo que la colaboración y participación de los padres parece imprescindible.
- Necesidad de complementar la acción educativa sobre el niño y la niña: de lo anteriormente dicho se desprende la necesidad de que la intervención educativa en ambos contextos tenga un carácter de complementariedad y, también de continuidad. Para ello, lógicamente es imprescindible establecer unas buenas relaciones de colaboración. A partir de estas relaciones se podrá dar el necesario intercambio de información
- La colaboración de los padres y madres garantiza una acción educativa más eficaz.
La participación de la familia se puede dar tanto en
el aula, como en el centro e incluso desde sus casas.
En el aula
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Dentro del aula
- Talleres: de cocina, de construcción de instrumentos, de barro, de cuentos, de disfraces.
- Periodo de adaptación: la colaboración de los padres y madres en este momento es muy importante para una buena adaptación.
- Presentación de profesiones: aprovechando el centro de interés de las profesiones, podemos invitar a papás y mamás de diferentes profesiones.
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Fuera del aula
- Actividades complementarias: las que se realicen dentro del horario escolar.
- Actividades extraescolares: las realizadas fuera del horario escolar.
En el centro
- Consejo Escolar
- Asociaciones de Padres y Madres
- Escuelas de Padres y Madres
- Fiestas: del otoño, de la primavera, del agua
- Celebraciones institucionales: día de la paz, día del libro
- Preparación y desarrollo de la fiesta de fin de curso.
- En sus casas
- Apoyando proyectos específicos: aportando fotos de los diferentes centros de interés, donando juguetes para el aula, aportándonos información de los niños y niñas...
- Trabajando con sus hijos e hijas los hábitos que se trabajen en el aula.
- Aportando material que se les solicite
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