lunes, 21 de marzo de 2011


 SINDROME DEL EMPERADOR

Un fenómeno de maltrato de hijos a padres que se ha instalado con fuerza en la sociedad.
Este tipo de violencia no es nueva, pero en los últimos años su incidencia se ha disparado: desde el año 2000, los casos de este tipo de maltrato se han multiplicado por seis, con cerca de 6 mil 500 denuncias recibidas por la Fiscalía General del Estado el año pasado.
La pasada primavera, un caso sacó a la luz pública esta situación: una madre asturiana rogó a los servicios sociales que se ocuparan de su hija, cuyo comportamiento violento (golpes, robos, amenazas) ya no era capaz de resistir.
En otros países, el fenómeno se ha tratado durante más años y los datos sobre su incidencia son más preocupantes. Un estudio realizado en Estados Unidos advierte que la violencia (no exclusivamente física) de adolescentes hacia sus padres tiene una incidencia de entre el 7 y el 18 por ciento en las familias tradicionales (en las monoparentales llega hasta el 29, mientras que las estadísticas canadienses aseguran que uno de cada 10 padres son maltratados).
Razones:
"Un padre excesivamente permisivo tiene como resultado un hijo caprichoso e irresponsable, pero no un hijo violento. La permisividad puede echar a perder a un niño (hacerse vago, juntarse con malas compañías, cometer delitos), pero si hay violencia es como resultado de un proceso de deterioro personal por falta de educación, generalmente al final de la adolescencia", explicó.
Estos niños "son incapaces de desarrollar emociones morales (como la empatía, el amor o la compasión), lo que se traduce en dificultad para mostrar culpa y arrepentimiento sincero por las malas acciones".
El "síndrome del emperador" tiene causas tanto biológicas (dificultad para desarrollar emociones morales y conciencia) como sociológicas, ya que, en la actualidad, "se desprestigia el sentimiento de culpa y se alienta la gratificación inmediata y el hedonismo.
Lo que para muchos es una falta de disciplina que se soluciona con un "cachete a tiempo", es, sin embargo, un problema mucho más profundo que exige "ayudar a que el niño desarrolle una conciencia sólida; ésta es la mejor policía. Y ello se logra aplicando castigos razonables, pero firmes, y explicando las razones morales y prácticas que supone su mala acción.
Las madres, principales víctimas.


Los escasos estudios realizados en España sobre este fenómeno no permiten elaborar un perfil exacto de las familias que acogen a un niño o joven con el "síndrome del emperador". Sin embargo, los expertos coinciden en una mayor incidencia en las familias monoparentales.
"La mayoría de los casos se da en madres que vuelven a tener otra pareja”. Uno de los pocos estudios realizados al respecto es "La violencia de los jóvenes en la familia, una aproximación a los menores denunciados por sus padres", elaborado por el Centro de Estudios Jurídicos de la Generalitat de Cataluña.
El informe asegura que la madre es la víctima en el 87 por ciento de las ocasiones que se produce este tipo de violencia, y que principalmente recibe agresiones físicas, aunque también son habituales las verbales
Una última característica es que esta violencia familiar tiene una incidencia sensiblemente superior en hijos adoptados frente a los biológicos.
Cómo detectar un 'emperador' en casa:
1.- Incapacidad para desarrollar emociones morales (empatía, amor, compasión, etcétera) auténticas..
2.- Incapacidad para aprender de los errores y de los castigos. Ante la desesperación de los padres, no parece que sirvan regaños y conversaciones, él busca su propio beneficio, parece guiado por un gran egocentrismo.
3.- Conductas habituales de desafío, mentiras e incluso actos crueles hacia hermanos y amistades.

Cómo enfrentarse al síndrome:
1.- Desarrollar de manera intencionada y sistemática las emociones morales y la conciencia de los hijos, dándoles oportunidades para que practiquen actos altruistas y que extraigan lecciones morales.
2.- Establecer límites firmes que no toleren la violencia y el engaño.
3.- Prestar ayuda para que desarrollen habilidades no violentas que satisfagan su gran ego.



 LEY DE PROTECCION A LA INFANCIA

La ministra de Sanidad, Política Social e Igualdad, Leire Pajín, ha anunciado que el Gobierno ultima una Ley de Protección de la Infancia cuya principal novedad es que, en el caso de los niños en situación de desamparo, se dará prioridad al acogimiento familiar y la adopción por encima de la acogida en orfanatos.
Según ha explicado durante su intervención ante el Foro de la Nueva Economía, "la protección de la infancia tiene que ser una oportunidad para promover el acogimiento familiar como medida prioritaria y, en su caso la adopción" y de este modo, relegar la institucionalización a "una medida subsidiaria, el último recurso".
"La integración familiar de los niños en su familia de origen, familia acogedora o adoptiva es la mejor vía de prevención y protección de la infancia", ha destacado Pajín, para incidir en que "la experiencia de una vida familiar constructiva y positiva y la protección a la infancia tiene que constituir una nueva oportunidad para niños que por circunstancias familiares graves, tienen que ser separados temporal o definitivamente de sus familias de origen".

DEFINICIONES

·  Preescolar: es el nombre que recibe el ciclo de estudios previos a la educación primaria obligatoria establecida en muchas partes del mundo
La edad de los niños que asisten es de entre 3 y 6 años, éstos aprenden la forma de comunicarse, jugar e interactuar con los demás apropiadamente

·  Atención infantil: cuidados que los profesores/padres dan a los niños cuando son pequeños
·  Educación infantil: constituye la primera etapa del sistema educativo. Su extensión temporal alcanza hasta los 6 años, momento que señala el acceso a la escolaridad obligatoria. Se articula en dos ciclos: el primero se extiende hasta los 3 años y el segundo desde los 3 hasta los 6 años. No es una etapa obligatoria
·  Guardería: es un establecimiento educativo, de gestión pública, privada o concertada (privada de gestión pública), que forma a niños entre 0 y 3 años

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